1 - ¿Qué significa Tao?
"Tao que se nombra con un nombre no es el eterno Tao. El nombre que se puede pronunciar no es el eterno nombre"
Tao es un término chino que significa "vía" o "camino".
El concepto de Tao, se manifiesta como la idea central del libro Tao-Te-Ching (VI a.C.), sobre el que se fundamenta el taoismo. El sentido original del ideograma Tao (dao) es "camino", aunque esta puede entenderse también en el sentido de fundamento teórico, en el sentido de "doctrina".

Si bien originariamente, el significado de Tao se refería más concretamente a la conducta humana, Lao-Tsé en el Tao-Te-Ching, le dará un sentido metafísico al término que podría traducirse como la realidad desde la cual Todo se origina.
En efecto, el concepto de tao incluye a la unidad que comprende toos los opuestos. Y en el plano de lo fenoménico, el tao se manifiesta por la fuerza de su "virtud" (Te), en otras palabras, el Tao es la esencia de todas las cosas o aquello por lo que las cosas llegan a ser lo que son.
El taoísmo
El concimiento intelectual, no es suficiente para hallar el Tao. El camino espiritual requiere alcanzar la unidad de uno mismo, lo cual, supone recorrer el camino de la intución.
En efecto, el taoismo enfatiza el concimiento intuitivo por sobre el racional, ya que estima que éste es un aspecto más del artificio de la humanidad. Entonces, la contemplación de la naturaleza concentra la atención. En definitiva, la búsqueda se orienta a comprender la esencia del movimiento de la naturaleza.
El budismo chino, se nutrió de la terminología taoista para dar a entender sus propios conceptos de manera tal que el tao fue mostrado como la vía hacia el Nirvana.

El Tao que puede ser expresado
no es el verdadero Tao.
El nombre que se le puede dar
no es su verdadero nombre.
Sin nombre es el principio del universo;
y con nombre, es la madre de todas las cosas.
Sin deseos, comprendemos su esencia;
y con deseos, sólo vemos su apariencia.
Ambas tienen el mismo
origen, aunque distinto nombre.
Su identidad es el misterio.
Y en este misterio
se halla la puerta de toda maravilla.
3 - Capitulo 2

Yin Yang
Todo el mundo toma lo bello lo bello,
y por eso conocen qué es lo feo.
Todo el mundo toma el bien por el bien,
y por eso conocen qué es el mal.
Porque, el ser y el no-ser se engendran mutuamente.
Lo fácil y lo difícil se complementan.
Lo largo y lo corto se forman el uno de otro.
Lo alto y lo bajo se aproximan.
El sonido y el tono armonizan entre sí.
El antes y el después se suceden recíprocamente.
Por eso, el sabio adopta la actitud de no-obrar
y practica una enseñanza sin palabras.
Todas las cosas aparecen sin su intervención.
Nada usurpa ni nada rehúsa.
Ni espera recompensa de sus obras,
ni se atribuye la obra acabada,
y por eso, su obra permanece con él.

El Tao es vacío,
imposible de colmar,
y por eso, inagotable en su acción.
En su profundidad reside el origen
de todas las cosas.
Suaviza sus asperezas,
disuelve la confusión,
atempera su esplendor,
y se identifica con el polvo.
Por su profundidad parece ser eterno.
No sé quién lo concibió,
pero es más antiguo que los dioses.
El universo no tiene sentimientos;
todas las cosas son para él como perros de paja.
El sabio no tiene sentimientos;
el pueblo es para él como un perro de paja.
El universo es como un fuelle,
vacío, pero nunca agotado.
Cuanto más se mueve,
más produce.
Quien más habla
menos le comprende.
Es mejor incluirse en él.
8 - Capitulo 7

El cielo es eterno y la tierra permanece.
El cielo y la tierra deben su eterna duración
a que no hacen de sí mismos
la razón de su existencia.
Por ello son eternos.
El sabio se mantiene rezagado
y así es antepuesto.
Excluye su persona
y su persona se conserva.
Porque es desinteresado
obtiene su propio bien.

La suprema bondad es como el agua.
El agua todo lo favorece y a nada combate.
Se mantiene en los lugares
que más desprecia el hombre
y, así, está muy cerca del Tao.
Por esto, la suprema bondad es tal que,
su lugar es adecuado.
Su corazón es profundo.
Su espíritu es generoso.
Su palabra es veraz.
Su gobierno es justo.
Su trabajo es perfecto.
Su acción es oportuna.
Y no combatiendo con nadie,
nada se le reprocha.

Más vale renunciar antes que sostener
en la mano un vaso lleno
sin derramarlo.
La espada que usamos y afilamos
continuamente
no conservará mucho tiempo su hoja.
Una sala llena de oro y jade
nadie la puede guardar.
Quien se enorgullece de sus riquezas
atrae su propia desgracia.
Retirarse de la obra acabada,
del renombre conseguido,
esa es la ley del cielo.

Unir cuerpo y alma en un conjunto
del que no puedan disociarse.
Dominar la respiración hasta hacerla
tan flexible como la de un recién nacido.
Purificar las visiones hasta
dejarlas limpias.
Querer al pueblo y gobernar el Estado
practicando el no-hacer.
Abrir y cerrar las puertas del cielo
siendo como la mujer.
Conocer y comprenderlo todo
usar la inteligencia.
Engendrar y criar,
engendrar sin apropiarse,
obrar sin pedir nada,
guiar sin dominar,
esta es la gran virtud.
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